martes, 8 de noviembre de 2011

Más dos que nunca

"Eros es un dios celoso. Quien ama quiere poseer, quien ama quiere conservar, y para sí solo. ¡Si ella es feliz con otro, preferirías verla muerta! Si él es dichoso con otra, lo preferirías desventurado, pero a tu lado… Bonito amor, que sólo es amor de uno mismo.
¡Cómo la extrañas, sin embargo! ¡Cuánto la deseas! ¡Cómo la amas! Eros te tiene, Eros te desgarra: amas lo que no posees, lo que te falta, y es lo que se llama una pena de amor.
¡Pero hete aquí que te ama de nuevo, que te ama para siempre y que está de vuelta, contigo, para ti, tuya…! ¡Qué violencia en el reencuentro, qué avidez en los abrazos, qué salvajismo en el placer! Y después del amor, qué paz, qué reflujo, qué súbito vacío… Ya te siente menos presente, menos urgente. ¿Me amas todavía?, te pregunta. Contestas que sí, por supuesto. Y sin embargo la verdad es que ya no te hace tanta falta, y que ella te necesita menos. Ese sentimiento volverá, así está hecho el cuerpo. A fuerza de estar ahí todos los días, todas las noches, todas las tardes, todas las mañanas, terminarás, empero, por echarla a faltar cada vez menos, cada vez menos frecuentemente, después menos que otra o que la soledad. Eros se aburre: tienes lo que ya no te falta, lo que se llama una pareja."


( fragmento de "Pequeño tratado de las grandes virtudes" de André Comte-Sponville )


En la etapa final de la elaboración del documental.

Con esto, me consagro o se me va la vida.

Hay que arriesgar.

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