lunes, 27 de septiembre de 2010

Borges y el tiempo

"Y uno aprende...

Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.

Y uno aprende...
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad.

Y uno empieza aprender...
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende...
a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes,
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende...
que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.

Y aprende...
a plantar su propio jardín y decorar su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende...
que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale.

Y uno aprende y aprende...
y con cada adiós uno aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos,
sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados,
y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado solo de amistades falsas.
Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es solo de almas grandes.

Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con tus amigos,
algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sea como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese único instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
extrañarás inmensamente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Y aprendes que hay tres momentos en la vida que uno no puede remediar:

la oportunidad que dejaste pasar,
la cita a la que no asististe,
la ofensa que ya pronunciaste.

Con el tiempo también aprendes que la vida es aquí y ahora, y que no importa cuantos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco.

Pero desafortunadamente,todo esto lo aprendes sólo con el tiempo. "

sábado, 25 de septiembre de 2010

Concentración

Tantos años tratando de sacarle unas notas a mi guitarra...

martes, 21 de septiembre de 2010

Nothing´s gonna change my world

"Limitless undying love

which shines arround me like a million suns

it calls me on and on across the universe"

( Llegó la primavera )

lunes, 13 de septiembre de 2010

Final de una historia

“Que lástima que el domingo está tan pegajoso, el vestido ajustado que me compré me va a dar mucho calor”, pensó Camila. “Aunque todavía falta un día, el clima puede cambiar en un día”, se tranquilizó. Era cierto, muchas cosas pueden cambiar de un día para otro.

Camila no podía más con su nerviosismo. Faltaba sólo uno. Un día para que llegara ese bendito lunes que le traería a su amor de vuelta. Ése al que había esperado un verano entero. Le había costado mucho convencerlo de que volver era la mejor opción. Le había costado sangre, sudor y lágrimas (como dice el dicho) además de celos, desamor, rabia y muchas idas y vueltas. Pero llegaría y podría descansar al fin en sus brazos. Camila esperaba. Sus fantasmas esperaban. Sus ilusiones esperaban. Sus manos, temblaban. Tenía miedo. Todo era muy frágil y perfecto.

Ella esperaba y sonó el teléfono.

Camila corre sin parar. Corre por las escaleras circulares de su edificio. Piso tras piso. Corre agitada. Corre sin tomarse de la baranda. Corre. Recuerda sus palabras. Su mente turbulenta le dicta un mantra demoníaco:


“Cami, vos sos una número uno

pero no sos MI número uno”


Escucha a Manuel. Su Manuel. Ése que ahora es de otra. Sigue corriendo. Llega a la terraza. Ve las sábanas, las polleras, medias y saquitos, esas cosas que la gente cuelga al sol. Ya no piensa, no quiere saltar, no sentiría el impacto. Ya está muerta, ya tiene el corazón pálido de contener tanta angustia. Comienzan a sonar los acordes de una melodía que le dice:


“Yo puedo ver el mundo y comprender el paso de los dias

Y entendernos sin palabras,

abrazando nuestro cómplice silencio

Tu risa vuelve el tiempo mas liviano y vulnerable

y pierden peso

Las cosas del mundo son mejores

A través de tu mirada

Donde corre el agua…

Donde sopla el viento…

Puedo ver a traves de tus ojos”


Vemos sus ojos café. Camila empieza a llorar con el espíritu desnudo. Se toma las manos, siente vergüenza de sí misma. Y la canción sigue:


“Ya nada se detiene las cosas son distintas
Y atravesando un muro de viejas armaduras
Las formulas no tienen mas sentido
Tus ojos me despiertan si me quede dormido
Yo sueño tu futuro y lo vivo cada dia
Y en cada cosa que hago
Vos siempre estas conmigo
Donde corre el agua
Donde sopla el viento
Puedo ver a través de tus ojos”


Sigue llorando. Camila nos mira. Nos ve y se ve a ella misma.

Ella, a la que sólo le faltaba UN día para ser feliz.

Ahora sabe que es sólo Ella.

Ella sola. UNA sola.

Sólo UNA.

UNA.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Memoria Colectiva


Ingmar Bergman declara: "Tengo sueños que se repiten.
Viajo en un avión grande, soy el único pasajero.
El avión despega pero no logra elevarse sino que se precipita
por las anchas veredas de una ciudad.
Vuela a la altura de los pisos más altos de las casas...
Confío en la habilidad del piloto, pero me doy cuenta de que se acerca el fin".
... ... ...

No es una casualidad. Ayer le hablaba a una amiga de mi miedo a los aviones. Ella sabía muy bien el por qué: ese sueño que canda tanto se repite, es uno de los fantasmas que me persiguen. No es casualidad. Ayer mi profesora de teatro me mandó una nota sobre Fellini y Berman, porque ( tampoco es casualidad ) días antes habíamos estado hablando de estos dos grandes directores. En dicha nota, decía lo anteriormente citado. Quedé helada. Para colmo, mi amiga me dice: "Bergman soñaba igualito a vos". Y aún más se me heló la espalda. Es eso tal cual, lo que sueño. A veces con variaciones, otras tantas simplemente así. Y Fellini, que para el caso también estaba loco, garabateó un guión que jamás filmó con un comienzo prácticamente similar. Es la memoria colectiva, sin lugar a duda. No son casualidades, son esas musas que son libres y nos tocan a todos el imaginario. Quizás ahora comprenda un poco más sobre esa pesadilla involuntaria que aparece en mi subconsciente pese a que jamás he pisado la cabina de un avión. Voy a seguir anotando mis sueños, transformándolos en historias. Porque quizás algún día se alineen los planetas y pueda convertir mis fantasmas... en películas.

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