martes, 9 de julio de 2013

Chivo


Este es el proyecto en el que estoy trabajando desde hace mas de un año y medio. Es una obra creada desde la nada misma, desde las ganas de actuar junto a tres actrices y amigas a las cuales admiro y que nos dirija quién es, probablemente, una de las personas que mas me ha inspirado a crecer como actriz y como artista. Empezamos a improvisar sabiendo que éramos cuatro hermanas en una antigua casona de campo, todas bautizadas con nombres que comienzan con J (detalle que rinde un pequeño homenaje a los personajes interpretados por nuestra querida Bette Davis). Un tiempo mas tarde, esa nebulosa de palabras, relaciones, canciones y anécdotas, fue tomando forma y se convirtió en un texto potente y original. 
Le pusimos un nombre (gracias a la inspiración de nuestra viajera, Alejandra) y finalmente, pudimos estrenar. Tenemos música propia, una escenografía despojada pero muy femenina y mucha garra puesta en el escenario. Los invito a conocer a las hermanas de la calle Collingood en esta historia sobre cuatro mujeres poseídas y olvidadas.

Lugar: Multiespacio JXI Palermo, Gascón 1474
Día y horario: Viernes, 20.30hs
Reserva de entradas: detrasdelvientoteatro@gmail.com

miércoles, 15 de mayo de 2013

Norwegian Wood



"Hay personas que pueden herir a los demás por el mero hecho de existir"

lunes, 28 de enero de 2013

Para Nakata


Creo que soy un desastre un tanto gracioso y un tanto insoportable.
Si me preguntás, te respondo: "No me caigo bien, pero llego a entenderme".
Me conozco mucho. Y me miento mucho más.
Es común mentirse con mentirosas verdades verídicas menos falsas que la mentira de la verdad...
por lo cual mejor me ahogo en cuestiones relativistas y me dejo de creer cosas que no son ciertas.
Tengo en el pecho una marca de nacimiento, no se que significa.
Intuyo que debe ser el pecado original, la marca de la bestia o algún antojo que no le cumplieron a mi madre cuando estaba embarazada de mi. Me fui de tema, perdón.
Algunos se pierden mirándose el ombligo, yo me pierdo mirándome el pecho.
Retomo.
El problema es que los camaleones somos bichos raros como encendidos que jugamos a perdernos entre los colores del mundo y de tanto hacerme la viva, me perdí.
Lo interesante (casi metafísico) de esto, es que fue una pérdida, no una falla en la orientación.
Hubo un momento en el cual se me desprendió un elemento y se llevó algunas de mis miradas, la mayoría de las ilusiones y la capacidad de saltar de la cama exaltada por vivir.
Solía tener un reino de palabras, la piel tersa y la espalda expectante.
Ahora soy una media persona, a medio tranco y a media sombra.
No me molesta estar así (la otra parte se llevó la autoconciencia).
No debe estar muy lejos. Ya no me interesa, no me dan ganas de salir a buscarla.
Esa parte tenía el mal humor, los enojos repentinos y la actitud volcánica frente a los cambios bruscos.
Ella me espía, lo sé. Yo la saludo en voz alta con la mirada fija en los azulejos de la cocina.
Anda por ahí.
Si no vuelve, quizás sea lo mejor.
Al fin y al cabo, todos somos recortes de energía errantes, pedazos de cielo, sonidos y luces que se van desintegrando por ahí, dejando su marca, dando prueba de la existencia.
Y el tiempo que nunca muere, pasa a recolectarnos en forma de recuerdos.

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