martes, 29 de abril de 2014

Rebelión en el establo

La frase “siempre se le pega al caballo que más tira” es una conjunción de palabras que me tortura y me sacude la cabeza por su naturaleza tan injusta y tan real.
Siempre hay un caballo que tira más, que puede más y que paradójicamente, pide menos y es más dócil. Está en su sangre correr. Está en su sangre el sentido del deber. Está en su sangre tirar para adelante, la lealtad a su carro, a su casta, a su dueño, a su meta.
Aquel que tira, lo sabe. Aquel que tira, reflexiona… ¿para qué darle tanto alimento al caballo que tira mucho si va a correr de todos modos? Le reduce su ración y alimenta más a los caballos más débiles y perezosos con la esperanza de que algún día todos sus potros sean ágiles y pueda sacar un mayor provecho de esas bestias que le pertenecen.
Entonces, el caballo que más tira, come menos, corre más, se agota, pero no deja de correr. El resto de los caballos, se regocijan al saber que su holgazanería es premiada y descansan en su marcha, sabiendo que el carro siempre llegará a destino.
Hasta que un día el caballo que más tira, se enferma. No tiene fuerzas y corre más lento. El que tira, se decepciona y redobla sus golpes, ajusta las riendas, lo castiga. El caballo no lo entiende y se pregunta ¿por qué la mano de mi amigo se vuelve contra mí cuando más lo necesito?… no se da cuenta de que su existencia es una mera ganancia, una mercancía, una fuerza de trabajo que al extinguirse, se reemplaza y se olvida.
Si. Siempre se le pega al caballo que más tira. Lo que no sabe aquel que tira, es que existe la posibilidad de que ese potro que empuja, que trabaja, que es entusiasta y que es leal, puede algún día romper el establo y correr libre como bestia salvaje, con las crines al viento, con su alma gentil alejándose en el horizonte, olvidándose de la mano ingrata que levantó el rebenque en tiempos de necesidad. Y los caballos holgazanes, aprovecharán el hueco en el establo y huirán lejos de su dueño, porque nunca los ató nada más que la retribución en forma de alimento.
Y si, aquel que tira, con el correr del tiempo, encontrará otro caballo que tire, pero el establo ya estará roto y habrá galopando suelto en el mundo un caballo que se rebeló y que conoce en carne propia las miserias del hombre.

martes, 9 de julio de 2013

Chivo


Este es el proyecto en el que estoy trabajando desde hace mas de un año y medio. Es una obra creada desde la nada misma, desde las ganas de actuar junto a tres actrices y amigas a las cuales admiro y que nos dirija quién es, probablemente, una de las personas que mas me ha inspirado a crecer como actriz y como artista. Empezamos a improvisar sabiendo que éramos cuatro hermanas en una antigua casona de campo, todas bautizadas con nombres que comienzan con J (detalle que rinde un pequeño homenaje a los personajes interpretados por nuestra querida Bette Davis). Un tiempo mas tarde, esa nebulosa de palabras, relaciones, canciones y anécdotas, fue tomando forma y se convirtió en un texto potente y original. 
Le pusimos un nombre (gracias a la inspiración de nuestra viajera, Alejandra) y finalmente, pudimos estrenar. Tenemos música propia, una escenografía despojada pero muy femenina y mucha garra puesta en el escenario. Los invito a conocer a las hermanas de la calle Collingood en esta historia sobre cuatro mujeres poseídas y olvidadas.

Lugar: Multiespacio JXI Palermo, Gascón 1474
Día y horario: Viernes, 20.30hs
Reserva de entradas: detrasdelvientoteatro@gmail.com

miércoles, 15 de mayo de 2013

Norwegian Wood



"Hay personas que pueden herir a los demás por el mero hecho de existir"

lunes, 28 de enero de 2013

Para Nakata


Creo que soy un desastre un tanto gracioso y un tanto insoportable.
Si me preguntás, te respondo: "No me caigo bien, pero llego a entenderme".
Me conozco mucho. Y me miento mucho más.
Es común mentirse con mentirosas verdades verídicas menos falsas que la mentira de la verdad...
por lo cual mejor me ahogo en cuestiones relativistas y me dejo de creer cosas que no son ciertas.
Tengo en el pecho una marca de nacimiento, no se que significa.
Intuyo que debe ser el pecado original, la marca de la bestia o algún antojo que no le cumplieron a mi madre cuando estaba embarazada de mi. Me fui de tema, perdón.
Algunos se pierden mirándose el ombligo, yo me pierdo mirándome el pecho.
Retomo.
El problema es que los camaleones somos bichos raros como encendidos que jugamos a perdernos entre los colores del mundo y de tanto hacerme la viva, me perdí.
Lo interesante (casi metafísico) de esto, es que fue una pérdida, no una falla en la orientación.
Hubo un momento en el cual se me desprendió un elemento y se llevó algunas de mis miradas, la mayoría de las ilusiones y la capacidad de saltar de la cama exaltada por vivir.
Solía tener un reino de palabras, la piel tersa y la espalda expectante.
Ahora soy una media persona, a medio tranco y a media sombra.
No me molesta estar así (la otra parte se llevó la autoconciencia).
No debe estar muy lejos. Ya no me interesa, no me dan ganas de salir a buscarla.
Esa parte tenía el mal humor, los enojos repentinos y la actitud volcánica frente a los cambios bruscos.
Ella me espía, lo sé. Yo la saludo en voz alta con la mirada fija en los azulejos de la cocina.
Anda por ahí.
Si no vuelve, quizás sea lo mejor.
Al fin y al cabo, todos somos recortes de energía errantes, pedazos de cielo, sonidos y luces que se van desintegrando por ahí, dejando su marca, dando prueba de la existencia.
Y el tiempo que nunca muere, pasa a recolectarnos en forma de recuerdos.

lunes, 22 de octubre de 2012

Los ex outsiders ahora tienen millones de amigos. Estamos en extinción.


Hoy, en terapia, elaboré un concepto para mi desempeño social.
Dije que me sentía un forastero de la vida.
Ella se cagó de risa.
Le dije: "¿qué te causa gracia?"
Me contestó que le parecía extremo el concepto,
pero es lo que siento, es así.
En la vida soy el que no es ni de aquí ni de allá...
"nowhere man"
y veo a la gente como si fuera un espectador en el cine.
Todo me resulta una construcción de la que yo no formo parte.


( Nunca creí en la terapia. Te entiendo y te banco, siempre )

jueves, 4 de octubre de 2012

Dos elefantes solos

Manuel frota sus ojeras, ladea la cabeza y se toma un té. Se puso el sweater al revés y la etiqueta le hace picar el cuello. Del techo, caen gotas de rocío que mojan los almohadones del sillón. Suena el teléfono de línea. Los vecinos, una pareja de simios adiestrados, vuelven a su casa luego de una noche agitada. Suena She Said She Said de los Beatles. El celular quedó en el bolsillo del pantalón. No quiere levantarse a atender. El fondo de la taza está percudido por el uso. Este detalle le revuelve el estómago. Alza la mirada. Hay una mancha de humedad en la pared del comedor. Tiene forma de elefante. Es raro. Los elefantes de moho no deberían moverse. Este camina y agita los pabellones auriculares con emoción. Debe ser abrumadora la soledad en una sabana de pintura sintética color amarillo pastel.
Manuel saluda a la criatura con un dejo de compasión y sube las escaleras. Su habitación no tiene ventanas, es un nido perfecto. Se sienta en el piso y se queda mirándose a si mismo dormir profundamente. Está tendido boca arriba, rumiando. Debe ser abrumadora la soledad en unas sábanas de algodón color celeste.

viernes, 10 de agosto de 2012

Un viernes


Me pesan los párpados
no me puedo levantar
Y pienso ¿para qué?
No hay café. 
La ducha está destemplada
y soñé con las caras vacías
que más tarde voy a ver.

Camino sin levantar la mirada,
el ceño fruncido
la espalda helada.

Muchas personas pasan cerca mío,
nunca las llegaré a conocer.
Tanta gente desconocida 
para ignorar, para evitar.

Los animales de la rutina
siguen y no paran.
Imagino que se corta el hilo,
la zanahoria cae...
y se quedan mirando sus pies.

¿Dónde están los villanos,
esos que escupen las palabras que matan
y los humores que enferman?

Tengo sed.
La depresión se convierte en sueño.
Bostezo y pienso...
"Ojalá no sea la única que camina con el alma perdida".

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