"¿Y qué me importa una mano firme, de que me sirve este asombroso poder si no puedo cambiar el orden de las cosas, si no puedo hacer que el sol se ponga por el este, que el sufrimiento decrezca y que los que nacen no mueran? Es indiferente dormir o permanecer despierto si no tengo influencia sobre el orden de este mundo. [...] También tú me crees loco. Y sin embargo, ¿qué es un dios para que yo desee igualarme a él? Lo que deseo hoy con todas mis fuerzas está por encima de los dioses. Tomo a mi cargo un reino donde lo imposible es rey".
("Calígula" / Albert Camus)
Me desperté pensando en Calígula, quizás porque después de esperar tanto tiempo, lo imposible se convirtió en posible y la sensación en incomparable. Ahora lo entiendo más que nunca.