La rutina me mata una vez más. Tengo unas ganas locas de
irme lejos, pero esta vez, no me iría sola. Fue un instante y fue definitivo:
me enamoré y ya no existen imágenes felices sin tus abrazos. Quiero huir con
vos y con mi cámara a fotografiar los mares, descansar al sol y tomar café en bancos de plazas de ciudades
desconocidas. Soy una chica que cultiva ojeras y ama el otoño, pero con vos,
perseguiría veranos para que seamos adolescentes eternos. Te llevaría a
recorrer un mundo de sensaciones, a desafiar al tiempo, a mirar al sol
directamente para quedarnos ciegos por tanta magia.